Una niña de 11 años que fue violada se sometió a un aborto legal luego de que, durante semanas, una jueza federal le impidiese poner fin al embarazado, dijo la fiscalía de Brasil el jueves.
El hospital Polydoro Ernani de São Thiago tomó “medidas para interrumpir el embarazo de la menor” tras la solicitud formal realizada en nombre de la familia de la niña, explicó la fiscalía federal del estado de Santa Catarina en un comunicado.
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Por su parte, el hospital explicó en una nota que no podía realizar comentarios porque el caso está bajo secreto judicial.
Los médicos se habían negado a practicar el aborto porque la menor estaba en la 22da semana de gestación.
Algunos activistas antiaborto sostienen que las recomendaciones del Ministerio de Salud instan a limitar el procedimiento a las 20 o 22 semanas. Pero Daniela Félix, abogada de la familia de la niña, y otros expertos legales apuntaron que la ley brasileña no contempla límite alguno en el caso de una víctima de violación o cuando la vida de la madre está en peligro.
La niña, que tenía 10 años cuando fue violada, estaba en la 29na semana cuando se le practicó el aborto el miércoles en la noche, en medio de la indignación contra la juez Joana Ribeiro Zimmer por sus actuación en el caso.
A principios de semana, el organismo de control judicial del país dijo que investigaría a Zimmer por haberle preguntado a la menor, durante una vista grabada el 9 de mayo, si entendía cómo se producían los embarazos y por sugerirle que “aguantara un poco más” para salvar al feto.
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La niña dijo en repetidas ocasiones que no quería dar a luz.
La ley brasileña permite en el aborto en tres casos: violación, riesgo para la vida de la madre y casos de encefalitis, en los que el feto no tiene un cerebro funcional.
El caso ha provocado un debate entre los partidarios del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro y los del expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Tras conocerse la noticia del aborto, Bolsonaro, que aspira a la reelección ante da Silva, tuiteó: “Un bebé de un embarazo de siete meses”.
“No discutimos la forma en la que fue concebido, ni si la ley lo permite o no. ¡Es inadmisible quitarle la vida a este ser indefenso!", escribió.
Da Silva dijo en abril que se debería permitir abortar a cualquier persona, pero días después se retractó afirmando que se opone al aborto aunque cree que las mujeres deberían poder elegir por una cuestión de salud pública.
El caso, reportado por la web The Intercept Brasil la semana pasda, hizo que asociaciones de jueces y grupos de derechos humanos pidiesen al destitución de Zimmer.
La jueza dijo en un comunicado el miércoles que “no hablaré sobre parte de la vista, que se filtraron de forma ilegal" y apuntó que mantendría silencio sobre el caso “para garantizar la debida y total protección de la menor".
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Savarese informó desde Sao Paulo.