Mientras a diario se multiplican los contagios de COVID-19 y la tasa de positividad del virus ronda el 23%, las medidas de salubridad en el aeropuerto Luis Muñoz Marín, como el uso de mascarillas, continuarán siendo opcionales.
Por el momento, tampoco se retomarán las exigencias de ofrecer un resultado negativo a COVID-19 o evidencia de vacunación al arribar al país en vuelos domésticos o internacionales, anticipó el gobernador Pedro Pierluisi.
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“En vista de la etapa en que estábamos en la pandemia, las mascarillas, ahora en los aeropuertos y en gran parte de las líneas aérea, es una cuestión individual. O sea, el que quiera protegerse utilizando la mascarilla, lo va a poder hacer. Algo similar está pasando en Puerto Rico. Nosotros estamos recomendando uso de mascarillas en espacios interiores, pero es una decisión individual”, sostuvo el gobernador.
En pasados días, un juez federal anuló el mandato federal de que los pasajeros de avión utilizaran cubrebocas durante los vuelos, por lo que queda en manos de cada línea aérea establecer sus requisitos.
En los aeropuertos, en tanto, son los estados y territorios quienes pueden fijar los requerimientos para los pasajeros con vuelos de salida o llegada. Por mucho tiempo, tras el comienzo de la pandemia, en los aeropuertos de Puerto Rico se exigió el uso de mascarilla, mientras que los requisitos de prueba negativa o evidencia de vacunación fueron más estrictos que los impuestos a nivel federal.
“La excepción que hemos hecho es que para actividades multitudinarias ahí se está exigiendo (la mascarilla). En cuanto a las estadísticas, y esto lo estamos viendo a nivel mundial, ya la estadística más importante que se vela es la de las hospitalizaciones, sobre todo en jurisdicciones en que gran parte de la población está vacunada. O sea, las otras estadísticas son relevantes, pero no son determinantes. La que es determinante para efectos de posibles medidas muy restrictivas es las hospitalizaciones. Mientras yo vea que el sistema de hospitales está estable, está bajo control, no esperen medidas adicionales”, dijo Pierluisi en un aparte con los medios luego de asistir a la apertura de una planta de embotellamiento de agua en Las Piedras.
En Puerto Rico, como parte del repunte de COVID-19 que dio sus primeras señales a mediados de marzo, no se ha registrado aún un incremento sustancial en las muertes atribuidas al virus.
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Sin embargo, las hospitalizaciones, que llegaron a caer a 36 para el 30 de marzo, se habían quintuplicado ayer hasta 175, incluyendo 47 casos pediátricos, de acuerdo con el Departamento de Salud.
“Esto es una etapa muy diferente en la pandemia y contrario a algunas jurisdicciones, por ejemplo, como China, en la que tuvieron una iniciativa de cero COVID, aquí ese no es el caso. Aquí lo que hemos tenido es que gran parte de nuestra población está vacunada con vacunas de mucha efectividad”, expresó el primer ejecutivo.
En el país, el 81% de la población ha completado la serie inicial de vacunación, pero solo el 57% se encuentra “al día” con la inoculación, que incluye la administración de las dosis de refuerzo cuando haya pasado el tiempo estipulado por las autoridades federales.