Los equipos técnicos de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y Luma Energy se reunirán próximamente para evaluar la respuesta que brindaron al apagón del pasado 6 de abril y delinear alternativas para acelerar la recuperación del servicio ante futuras interrupciones.
“La comunicación ha mejorado de una manera exponencial en los últimos días como resultado de esta emergencia porque no hay de otra. Anteriormente cada uno estaba en su rol, hay comunicación diaria con las operaciones, pero este evento requirió una integración más cercana de todos los componentes envueltos”, afirmó Josué Colón, director ejecutivo de la AEE.
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“Coordinamos para hacer una reunión posevento entre los técnicos, una reunión de crítica interna para ver qué tiene que mejorar quién. Eso lo hacíamos antes en la Autoridad cuando ocurría cualquier avería, para identificar puntos débiles, asuntos a mejorar o, si todo salió bien, decirlo. Luma está de acuerdo, yo lo discutí con Wayne (Stensby, presidente del consorcio) y tan pronto esté (el sistema) más estable en los próximos días los equipos técnicos se van a reunir”, agregó el ingeniero.
En entrevista con este medio, Colón insistió que, con la excepción de las unidades en las centrales de Costa Sur y EcoEléctrica, afectadas directamente por la explosión de un interruptor en la noche del 6 de abril, el resto de las plantas del sistema estuvieron listas en todo momento para producir energía.
“Cuando ocurre la avería había generación y reserva. Y cuando se restableció el sistema esas mismas unidades fueron las que entraron. No hubo ninguna avería en ninguna máquina antes ni después. Lo que necesitábamos era energizar los circuitos para comenzar los procesos de arranque de las máquinas, y eso fue ocurriendo según Luma hizo disponibles los circuitos”, subrayó el jefe de la AEE.
Esa versión contradice la postura de Luma Energy, que ha planteado que, en parte, la demora de casi cuatro días en restablecer el sistema se debió a una generación insuficiente como consecuencia de presuntos daños sufridos en las plantas.
“La restauración del servicio se hizo de la manera más rápida posible. Todos, Luma y la Autoridad y otros generadores del sistema estábamos trabajando de manera coordinada para devolver la energía a todos los clientes. En una situación que cae todo el sistema y no hay energía, un ‘blackstart’ es una situación bien complicada. En la medida que añades un poco de generación hay que añadir la demanda, y así hay que ir paso a paso para mantener frecuencia, voltaje y corriente y eso no es fácil”, sostuvo Mario Hurtado, vicepresidente de Asuntos Regulatorios de Luma Energy, quien recordó que el sábado, cuando más de la mitad de los clientes habían recuperado el servicio, la unidad 2 de Aguirre sufrió una avería que tomó algunas horas en repararse.
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Sin embargo, según Hurtado, la experiencia reciente no implica que, en un futuro, otra falla puntual en una subestación deba implicar que el país permanecerá múltiples días sin servicio. El ejecutivo del consorcio recordó que la subestación de Costa Sur, en Guayanilla, donde explotó el interruptor, también conecta con EcoEléctrica, por lo que es el “punto de entrada” al sistema de sobre 1,000 megavatios.
“Cada evento tiene sus características específicas. Precisamente por eso es importante hacer la investigación para entender las causas y tomar las medidas para prevenir que ocurra otra vez”, subrayó Hurtado.
Luma Energy entregó en la noche del martes el informe preliminar del incidente, donde precisaron que el mantenimiento del interruptor averiado se encontraba “al día”.
En la tarde de ayer, el Negociado de Energía emitió una resolución para informar que comisionarían a un tercero su propia investigación, que correría paralelamente a la pesquisa que realizaría Luma Energy por medio de sus contratistas.
Justifican posposición de reemplazo de interruptores
Hurtado, en su conversación con Metro, señaló que es “común” que organismos reguladores, como el Negociado de Energía, impulsen investigaciones independientes ante eventos de naturaleza extraordinaria.
Sobre la atención que había recibido el patio de interruptores donde se originó la explosión que colapsó la red, Hurtado mencionó que, si bien la AEE había dejado un “esbozo de un plan inicial” que contemplaba el reemplazo de las piezas para diciembre de 2021, el diseño no incluía labores de mitigación contra inundaciones, por lo que Luma Energy, al entrar en funciones en junio del pasado año, comenzó a trabajar enmiendas al alcance del trabajo, fase que debe culminar este mes.
El diseño y modernización del patio de interruptores se financiará con parte de los cerca de $10,000 millones que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ha asignado al sistema eléctrico de Puerto Rico, específicamente bajo el programa de Mitigación de Riesgos de la sección 404 de la Ley Stafford.
“Los planes eran bastante preliminares y ya cuando entró Luma empezamos el proceso de diseño y revisión de todos esos proyectos. […] En el caso de la reconstrucción de la subestación de Costa Sur vimos que buena parte de esa subestación está en un área de inundaciones. Eso requiere mirar el diseño de una manera diferente y adicionar medidas para mitigar efectos de esa inundación”, sostuvo Hurtado.
Colón, por su parte, mencionó que veía con buenos ojos la decisión de Luma Energy de enmendar los planes originales redactados por la AEE, al señalar que se trató tanto de una “decisión de ingeniería” como un mecanismo para “ganar acceso” al financiamiento de FEMA.
“No perdamos de vista que la Autoridad sigue estando quebrada y no tiene acceso a mejoras capitales para hacer una reparación de nada”, indicó el director ejecutivo.
¿Enmiendas al contrato?
Colón, de otro lado, prefirió reservarse sus posturas en torno a los reclamos que ciertos sectores han hecho para que se enmiende el contrato de operación y mantenimiento otorgado a Luma Energy.
Durante la emergencia, Colón reconoció que el consorcio tenía todo el poder gerencial para determinar los procedimientos a seguir en los esfuerzos para restaurar las líneas de transmisión y distribución.
De otro lado, figuras como el representante de los consumidores en la Junta de Gobierno de la AEE, Tomás Torres Placa, han hecho un llamado a que se remueva a la Autoridad de Alianzas Público Privadas del rol de administrador del contrato de privatización.
“El contrato es el reflejo de las leyes que están vigor de transformación del sistema y todo eso fue aprobado por el Negociado de Energía y otras entidades metidas en esto. Si el Negociado de Energía quiere considerar si algo se puede mejorar, nosotros estamos en la mejor disposición de cooperar y seguir ayudando en todo lo que sea necesario, de acuerdo a lo que entienda el Negociado, la Legislatura y todas las entidades que intervinieron en este andamiaje. Yo no quiero decir que quiero esto o lo otro”, mencionó el ingeniero.
Ayer, en una entrevista con WKAQ, el gobernador Pedro Pierluisi sostuvo que actualmente “no hay base” para proponer enmiendas al contrato.
“Esos roles han estado bastante bien pensados, haciendo lo que se ha hecho en más de dos docenas de sistemas eléctricos a través del mundo. Este tipo de separación absoluta es esencial para el tipo de servicio y futuro energético que quiere Puerto Rico”, dijo, por su parte Hurtado.