WASHINGTON (AP) — Miles de pacientes en Ucrania están recibiendo medicamentos vitales para tratar el VIH y la adicción a los opiáceos a través de un grupo financiado por Estados Unidos que sigue operando a pesar de la invasión rusa. Los suministros se están agotando y hacer entregas es un cálculo complicado con riesgos impredecibles.
Las autoridades dicen que el trabajo silencioso de Alliance for Public Health muestra cómo la ayuda estadounidense está llegando a las personas en la nación sitiada, en una longitud de onda diferente al apoyo diplomático y militar de Estados Unidos al gobierno ucraniano.
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La organización humanitaria con sede en Ucrania ha operado durante más de 20 años. Ha recibido millones de dólares de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), así como de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y otros programas estadounidenses para contrarrestar el VIH a nivel mundial.
El director general, Andriy Klepikov, dijo que cerrar no ha sido una opción pese a la invasión. Ucrania tiene una de las epidemias de VIH más graves de Europa occidental.
Indicó que su grupo hizo un plan para seguir trabajando si estallaban los enfrentamientos. Pero no imaginó la escala del ataque ruso y eso ha obligado a la alianza a adaptarse.
En áreas de Ucrania que han escapado a lo peor, la organización aún puede entregar medicamentos por servicios postales y de paquetería. Para los refugiados que han dejado el país, los trabajadores sociales están contactando a grupos de ayuda que puedan resurtir los medicamentos. En lugares bajo ataque pero aún bajo control ucraniano, camionetas médicas transportan suministros a través de convoyes. El grupo incluso ha podido realizar algunas entregas en áreas controladas por Rusia, con la ayuda de intermediarios. También está distribuyendo medicamentos para la tuberculosis.
Cuando se le preguntó cuánto tiempo puede continuar, Klepikov respondió:
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“Los ucranianos somos bastante resistentes. No soy el mejor soldado. Pero en el área de la medicina, trabajo humanitario, salud pública, derechos humanos, esa es mi área y haré lo máximo posible”.
Un sitio web respaldado por Alliance for Public Health se ha convertido en un lugar para que los pacientes busquen asesoramiento sobre el trauma de la guerra. La alianza dice que los principales padecimientos de los pacientes son el estrés agudo, una fuerte ansiedad mezclada con tristeza, miedo a la muerte, culpa por irse a un área más segura y culpa por no hacer lo suficiente.