El arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, pidió al pueblo que se una en oración por el destituido obispo de la Diócesis de Arecibo, Monseñor Daniel Fernández Torres.
Fernández Torres informó esta mañana que los directivos del Vaticano en Roma le solicitaron la renuncia. El Monseñor se caracterizaba por asumir posturas distintas a sus compañeros obispos de las diócesis de Puerto Rico, en temas como las vacunas contra el COVID-19. Inclusive, algunas de sus posturas van en contra de lo que profesa el papa Francisco. Informes de prensa señalan que Fernández Torres se negó a trasladar a los seminaristas de su Diócesis al nuevo Seminario Interdiocesano de Puerto Rico, aprobado por el Vaticano a inicios de marzo de 2020.
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“Es una noticia dolorosa, por ello, animo a todo el pueblo, especialmente, al clero, religiosas y religiosos de Arecibo, a acompañar al Obispo Daniel con sus oraciones y cariño en esta situación particularmente difícil”, dijo en declaraciones escritas el arzobispo.
Dijo que se comunicó vía mensaje de texto con Fernández Torres y le expresó que estará acompañándolo en el difícil procesos con sus oraciones.
“Daniel … Sé que estás pasando por un momento muy doloroso. Te acompaño con mis oraciones y sentimientos fraternales … +r”, le escribió.
En sustitución de Fernández Torres, el Papa Francisco nombró a Monseñor Álvaro Corrada del Río, Obispo Emérito de Mayagüez, como Administrador Apostólico de la Diócesis de Arecibo.
“Corrada es un Obispo probado y sé que sabrá servir a esa hermana diócesis con sabiduría. Oremos también por el Santo Padre, Papa Francisco, para que en su compleja y difícil misión de dirigir a la Iglesia universal el Espíritu Santo le colme siempre con sus dones”, pidió.
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Más temprano, Fernández dijo en declaraciones escrita que lamentaba lo sucedido y que no le correspondía dar explicaciones sobre qué motivo su despido por parte de la Santa Sede.
“Lamento mucho que en la Iglesia donde se predica tanto la misericordia, en la práctica algunos carezcan de un mínimo sentido de la justicia. A mí no se me ha hecho ningún proceso, ni se me ha acusado formalmente de nada y sencillamente un día el delegado apostólico me comunica verbalmente que de Roma se me pedía la renuncia. Se sustituye ahora a un sucesor de los apóstoles sin emprender ni siquiera lo que sería un proceso canónico deberoso para destituir a un párroco”, dijo el religioso.