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Testigos de Jehová huyen de la persecución en Rusia

Dmitrii y Nellia Antsybor, testigos de Jehová originarios de Rusia que solicitaron asilo en EEUU en 2021, posan para una fotografía, el lunes 28 de febrero de 2022, en su casa en Federal Way, Washington. (Foto AP/Ted S. Warren) Dmitrii y Nellia Antsybor, testigos de Jehová originarios de Rusia que solicitaron asilo en EEUU en 2021, posan para una fotografía, el lunes 28 de febrero de 2022, en su casa en Federal Way, Washington. (Foto AP/Ted S. Warren) (Ted S. Warren/AP)

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En los últimos cinco años, cientos de testigos de Jehová han sido objeto de redadas, arrestos y procesamientos en Rusia. Muchos otros han huido, incluida una pareja, Dmitrii y Nellia Antsybor, que volaron a México el año pasado, cruzaron a pie la frontera estadounidense para buscar asilo, y ahora esperan construir una nueva vida en el estado de Washington.

Después de ingresar a Estados Unidos y pasar casi tres meses separados en dos centros de detención de inmigrantes; Nellia da la bienvenida a su nueva libertad en Federal Way, un suburbio de Seattle, aunque extraña a su hermana gemela y a su madre, quienes están en Rusia.

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Pero ahora hay una nueva fuente de preocupación: la invasión rusa a Ucrania.

“Estoy muy preocupado por lo que está pasando con mis hermanos y hermanas en ese país”, dijo Dmitrii. “Rezamos por ellos”.

Unos 5.000 testigos se han ido de Ucrania para ponerse a salvo, dijo Jarrod Lopes, portavoz de los Testigos de Jehová en Estados Unidos.

Para los testigos de Jehová rusos —Lopes estima que hay unos 170.000— ha habido ansiedad desde que la Corte Suprema de Rusia declaró a la denominación cristiana como un grupo extremista en 2017.

Cientos han sido arrestados y encarcelados. Sus hogares y lugares de culto, conocidos como Salones del Reino, han sido allanados y la sede nacional ha sido decomisada. La traducción moderna de la Biblia al ruso está prohibida junto con sus revistas Despierta y Atalaya, de circulación mundial.

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Nellia dijo que ella y Dmitrii estuvieron mucho tiempo en el radar de las autoridades de las ciudades donde vivían. Decidieron huir, relató Nellia, después de que su madre llamó en octubre y dijo que la policía tenía una orden de arresto.

“Ser testigo de Jehová en Rusia es estar constantemente en peligro legal, con el temor constante de una invasión a la privacidad, la confiscación de propiedades o en muchos casos ser encerrado”, dijo Jason Morton, analista de políticas de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, una agencia federal bipartidista que da seguimiento a las violaciones de la libertad religiosa en todo el mundo.

El año pasado 105 testigos de Jehová fueron hallados culpables por tribunales en Rusia, según la comisión. Las sentencias máximas han aumentado de seis a ocho años.

El gobierno ruso nunca ha dado una justificación detallada de la represión.

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