Shell se irá de Rusia, un indicio de que la invasión de Ucrania le está costando experticia e inversiones extranjeras a la importante industria energética rusa.
La empresa anunció el lunes que se estaba retirando de las empresas conjuntas que mantenía con Gazprom y entidades afines, incluyendo su participación de 27,5% en la instalación de gas natural Sakhalin-II, su participación de 50% en Salym Petroleum Development y en la empresa energética Gydan.
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Shell también planea retirarse del gasoducto Nord Stream 2.
“Estamos asombrados por la pérdida de vidas en Ucrania, algo que deploramos y que es resultado de un acto insensato de agresión militar que amenaza a la seguridad europea”, declaró el CEO de Shell, Ben van Beurden.
La decisión surge poco después de que la compañía petrolera BP anunció que retiraría su participación de casi 20% en la empresa rusa Rosneft. También el lunes, la empresa noruega Equinor anunció que cesaría sus inversiones en Rusia y que vendería sus activos en el país.
El proyecto más importante de Shell en Rusia es el de Sakhalin-II, cerca de la Isla Sakhalin frente a la costa oriental de Rusia. La japonesa Mitsui tiene el 12,5% del proyecto y Mitsubishi un 10%.