La decisión del presidente Donald Trump de cambiar las políticas de su predecesor respecto a Cuba ha dividido a diversos sectores de la población, en especial a exiliados cubanos en Miami y a legisladores.
Algunos exiliados dijeron hoy que veían con buenos ojos que se restrinja el comercio con entidades vinculadas al ejército cubano, y que se restauren las reglas para los viajes de estadounidenses a la isla. Pero algunos querían más.
PUBLICIDAD
El poeta de origen cubano Armando Valladares, quien estuvo prisionero por 22 años por el gobierno del entonces presidente Fidel Castro, dijo que le hubiera gustado ver más cambios en la política de acercamiento que fue impulsada por Obama.
“Me molestó el hecho que dijeran que era muy difícil derogar todo lo que hizo Obama”, dijo Valladares. “Eso hubiera sido más consecuente con su promesa de campaña”.
Por su parte, el coronel retirado del Ejército estadounidense Jonny López de la Cruz, de 77 años, dijo que sintió una “gran emoción” porque el pueblo cubano merece libertad.
“Estoy totalmente seguro que es mucho mejor que lo que hizo Obama”, dijo López, quien es un veterano de la invasión a Bahía de Cochinos y llegó a Estados Unidos cuando tenía 20 años.
López estuvo sentado detrás de Trump cuando el presidente hizo el anuncio, acompañado por varios colegas de la invasión a Cuba.
“Lo que ha hecho Trump es renovar las esperanzas del pueblo cubano”, aseveró.
PUBLICIDAD
Pero la decisión de Trump también suscitó molestia, en particular en Arkansas.
El representante republicano Rick Crawford dijo que la medida restaura una política “fallida, obsoleta y aislacionista” hacia Cuba, mientras que el senador republicano Rick Crawfod la consideró un retroceso.
En el teatro Manuel Artime de Miami, Trump anunció que restauraba el requisito de que los estadounidenses que viajen a Cuba lo hagan bajo la modalidad “people-to-people” en grupos bajo un estricto control, y restituyó algunas restricciones comerciales. El teatro lleva el nombre del fallecido dirigente político de los exiliados cubanos que lanzaron la fallida invasión de Bahía de Cochinos en 1961.
Crawford y Boozman exigieron la reducción de las restricciones comerciales con Cuba para que los agricultores de Arkansas puedan abrir un nuevo mercado.
En el hemisferio sur, después de que Trump anunciara su decisión, la canciller venezolana Delcy Rodríguez exhortó a los pueblos de la región a que se unan para enfrentar las “agresiones” y “amenazas” contra La Habana.
“El extremismo estadounidense pretende plagar el planeta de miseria, violencia y muerte para satisfacer al capital y su barbarie”, dijo Rodríguez en su cuenta de Twitter.
Cuba y Venezuela seguirán juntos en los bloques del ALBA, Petrocaribe y el Celac, afirmó.
El ex presidente mexicano Vicente Fox, cuyo gobierno tuvo fuertes roces con el ya fallecido Fidel Castro, censuró la decisión de Trump y la atribuyó a “cubanos malagradecidos que no quieren que su país avance” y que aportaron dinero a la campaña del hoy presidente.
El ex gobernante mexicano, de gran estatura y hablar pintoresco, emitió sus declaraciones durante una conferencia de prensa en la Ciudad de México a la que asistieron otros ex mandatarios latinoamericanos para censurar al gobierno de Venezuela por reprimir las protestas opositoras y adoptar medidas antidemocráticas. Venezuela es gran aliada de Cuba.
“Creo que esta marcha atrás que pretende Trump es desastrosa”, aseguró Fox. “Parece el gringo feo, que conocimos en el pasado, imperialista, volviendo a imponer su voluntad sobre países independientes”.
“Cuba necesita un cambio, lo necesita democráticamente y espero que venga pronto, pero lo que no se vale es un Trump respondiendo a votantes que le dieron dinero para su campaña allí en Miami”, señaló.