La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó 189 casos confirmados de fiebre amarilla en lo que va de 2025 en cuatro países de Sudamérica: Bolivia (2), Brasil (102), Perú (32) y Colombia (53), según un tablero digital.
Setenta y cuatro (74) de esos casos han sido fatales, de los que Brasil ostenta la mayor cifra de 41 defunciones, seguido por 21 en Colombia, 11 en Perú y uno en Bolivia. Al contabilizar los casos del año anterior, los números ascienden, como en el caso de Colombia, cuyo Ministerio de Salud y Protección Social declaró estado de emergencia por la enfermedad.
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Metro Ecuador informó que se confirmó un caso de la enfermedad en el país ecuatoriano.
Debido al incremento de casos, la OPS delegó a miembros estados a fortalecer sistemas de vigilancia en las áreas más afectadas, vacunar poblaciones en riesgo y educar a los viajeros que visitan zonas donde la vacuna es recomendada esté debidamente informada y protegida.
Qué es la fiebre amarilla
La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa, endémica en 23 países de África y 13 de América Latina, transmitida por la picadura del mosquito Aedes. Los síntomas más comunes son fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, aunque muchas personas no muestran síntomas.
La OPS reconoció que, en 2024, los casos reportados tendían a concentrarse en la zona amazónica del continente, pero en el año corriente se han extendido a otras áreas.
La enfermedad tiene un período de incubación de tres a seis días y, aunque los síntomas desaparecen en pocos días, puede alcanzar una fase tóxica, en la que afecta el hígado y los riñones y desarrolle ictericia, que es la coloración amarillenta de la piel y los ojos.
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La confirmación de la fiebre amarilla requiere pruebas de laboratorio y es difícil de diagnosticar en las primeras etapas porque sus síntomas pueden confundirse con otras enfermedades comunes como malaria, dengue, leptospirosis y el virus del Zika.
La mitad de los pacientes que llegan a la fase tóxica, según la OPS, mueren en un plazo de entre siete y diez días. Tanto la OPS como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan la vacunación como la manera más efectiva de prevención.