Salud

El acné adulto: una condición que va más allá de la edad

Aunque muchos lo asocian solo a la adolescencia, el acné también puede aparecer y quedarse en la adultez

Acné
Acné Suministrada

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Por mucho tiempo, el acné ha sido asociado con la adolescencia, las hormonas revueltas y los años de escuela superior. Sin embargo, cada vez más mujeres adultas están enfrentando una realidad que rompe con ese estereotipo: brotes persistentes, inflamación en la piel y marcas visibles que afectan tanto la estética como la autoestima.

Más allá de lo estético, esta condición puede afectar la autoestima y generar frustración al mirarse al espejo. Y es que el acné en la adultez no se trata solo de “granitos”: detrás pueden existir desequilibrios hormonales, niveles elevados de estrés, una alimentación alta en azúcares o incluso resistencia a la insulina. Si no se trata de forma adecuada, puede volverse crónico e incluso dejar marcas visibles en la piel y en la confianza personal.

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Causas comunes (y no tan obvias)

A diferencia del acné adolescente, el que se presenta en la vida adulta suele tener un origen más complejo. Factores genéticos, alteraciones hormonales ginecológicas, problemas a la tiroides, resistencia a la insulina, obesidad, sedentarismo y el estrés, están entre los principales responsables. También hay hábitos que pueden actuar como gatillantes, como el consumo de ciertos suplementos alimenticios o una dieta rica en carbohidratos refinados.

“Es una condición multifactorial, y por eso es importante no abordarla solo desde la estética, sino también desde la salud. Factores como el estrés, la alimentación y los hábitos diarios tienen un peso importante en la aparición de brotes”, explica la dermatóloga Katherine Barría Steinfort, directora médica de la Clínica Dermatológica KB (@kattybarriadermatologa). Además, el acné adulto puede presentarse incluso en mujeres que nunca lo experimentaron en la adolescencia.

“El acné tardío puede presentarse en quienes lo arrastran desde la adolescencia, pero también en mujeres que nunca tuvieron granos antes. Es más común de lo que se cree y muchas veces se vuelve crónico si no se trata adecuadamente”, advierte la especialista.

El rol de las hormonas y las señales a observar

Las hormonas cumplen un papel clave en este tipo de acné. Algunas mujeres tienen trastornos hormonales de base que requieren tratamiento médico, mientras que otras, sin diagnósticos específicos, son más sensibles a las variaciones propias del ciclo menstrual. En estos casos, los brotes suelen aparecer con más fuerza en los días previos a la menstruación, con piel más grasa y granos inflamados.

“Hay mujeres que, sin tener una alteración hormonal diagnosticada, sí son más susceptibles a los cambios del ciclo. En esos casos, pueden beneficiarse del uso de anticonceptivos orales indicados por un especialista”, comenta la Dra. Barría. No todos los anticonceptivos funcionan: deben ser orales y contener progestágenos con acción antiandrogénica. Las inyecciones, implantes o dispositivos intrauterinos no ofrecen el mismo efecto sobre el acné.

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Cuando el acné es de origen hormonal, también puede haber otros signos como aparición de vello no deseado, irregularidades menstruales y mayor producción de sebo. Esta forma de acné es más resistente, puede dejar cicatrices y, si no se trata bien, empeorar con el tiempo.

Recomendaciones y tratamientos efectivos

“El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel. Desde ese punto de vista, es clave tratar la inflamación y también prevenir las marcas y manchas”, señala la especialista. Los tratamientos recomendados dependen del diagnóstico individual, pero suelen combinar terapias tópicas y orales, limpiezas profundas, peelings químicos, fototerapia, láser antiinflamatorio y procedimientos para tratar cicatrices. Dado que se presenta en pieles adultas, muchas veces también se integran productos con beneficios antiedad, buscando recuperar firmeza, textura y luminosidad.

Más allá de la crema de moda, tratar el acné en la adultez implica escuchar al cuerpo, observar los hábitos, entender qué puede estar desequilibrado y buscar ayuda profesional.

Una piel más tranquila, una mirada más segura

Mirarse al espejo y no reconocerse puede ser desalentador, pero no estás sola. Hay causas, sí, pero también hay soluciones. Existen herramientas efectivas y seguras para controlar los brotes, tratar la inflamación, prevenir marcas y, sobre todo, recuperar la confianza en la piel.

“El acné no es algo que haya que aguantar ni esconder. Hoy existen múltiples alternativas para tratarlo, pero lo fundamental es no automedicarse y acudir a un dermatólogo que evalúe el caso completo”, concluye la Dra. Katherine Barría.

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