Los azúcares comunes, como el de mesa, la miel o el jarabe de arce, a menudo se presentan como opciones “saludables” para agregar dulzura a las comidas.
Según informes, los estadounidenses tienden a consumir alrededor de 17 cucharaditas de azúcar diariamente, superando las recomendaciones diarias de nueve cucharaditas para hombres y seis para mujeres.
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Miel y azúcar de mesa
“Los azúcares naturales se encuentran en la fruta entera y en la leche, mientras que los azúcares añadidos se añaden a los alimentos durante el procesamiento o la preparación, como el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y el azúcar de mesa”, explica Verywell Health en su portal web.
Sin embargo, la miel, el néctar de agave y el jarabe de arce siguen siendo un azúcar añadido a pesar de considerarse “natural”.
“En comparación con los azúcares añadidos, la miel, el jarabe de arce y el néctar de agave son sólo ligeramente mejores ya que tienen un índice glucémico más bajo y contienen algunas vitaminas y minerales”, dijo Frank Hu, PhD, profesor de nutrición y epidemiología en Harvard TH. Chan School of Public Health.
El consumo excesivo de azúcar puede causar problemas en la salud, dijo Hu.
Edulcorantes naturales
Los edulcorantes naturales tienen el nombre de “halo de salud” y el azúcar de mesa es odiado. Constantemente, el néctar de agave se promociona como la opción “más saludable” por ser 1.5 veces más dulce que la azúcar tradicional y no es necesario utilizar tanta.
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Aunque la miel es clave para las alergias alimentarias y la melaza contiene hierro, estos edulcorantes son “relativos”.
“Podría decir que son mejores [que el azúcar de mesa]”, dijo Gardner.
En conclusión, lo excesivo es perjudicial. Sin embargo, lo recomendable es ingerir azúcar en fruta y leche y evitar los azucares añadidos.