Uno de los entrenamientos más recomendables para vencer el tan temido y dañino sedentarismo es el correr, ya que puede ser practicado por personas de cualquier edad, se puede desarrollar en cualquier momento del día y en cualquier lugar que apetezca.
¿La intensidad? es la gran pregunta que se hacen muchos, sin embargo, te contamos que la ciencia mantiene en estos tiempos gracias a una diversidad de actividades que la velocidad rápida no es una prioridad y que en realidad es todo lo contrarios, porque mientra se hace mas despacio el cuerpo desarrolla mejores beneficios físicos.
PUBLICIDAD
[ También puedes leer: 5 beneficios por trotar o correrOpens in new window ]
Beneficios de correr lento
La vida está plagada de objetivos y metas y en el running no es la excepción. Es cierto que quienes se dedican más al deporte, la velocidad es importante ya que de esto depende llegar en los primeros puestos en una hipotética participación en carrera o maratón. Lo importante es que sea cual sea la manera, correr genera una mejor condición física y un mejor desarrollo cardiovascular.
Estudios publicados por American College of Cardiology, el Journal of Psychiatric Research y Cooper Institute, resumen 5 beneficios por correr de manera lenta:
- Desarrollo de resistencia cardiovascular: Correr a un ritmo lento ayuda a mejorar la capacidad del corazón y los pulmones para suministrar oxígeno y nutrientes a los músculos de manera eficiente.
- Mejora de la quema de grasas: Al correr a baja intensidad, tu cuerpo tiende a utilizar más grasa como fuente de energía en lugar de glucógeno.
- Menos riesgo de lesiones: Implica menos impacto en las articulaciones y músculos en comparación con correr a alta velocidad.
- Recuperación activa: El trote ligero puede ser una forma efectiva de recuperación activa después de un entrenamiento intenso. Ayuda a reducir la acumulación de ácido láctico y promueve la circulación sanguínea, lo que contribuye a una recuperación más rápida.
- Mentalmente relajante: Correr a un ritmo más lento permite disfrutar del entorno, observar el paisaje y desconectar mentalmente. Puede ser una experiencia más relajante y menos estresante que correr a alta velocidad.
