Cada día la tecnología avanza más y con estas nuevas actualizaciones vienen nuevas formas de cometer crímenes. Los delincuentes utilizan la tecnología y el internet para buscar nuevas formas de perjudicar la seguridad de los más jóvenes.
Hoy día, los niños y adolescentes pasan la mayor parte de su tiempo conectados a dispositivos digitales sin estar al tanto de los riesgos que existen en la navegación del internet.
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El grooming, es un término que se utiliza para referirse a la manipulación y explotación sexual de niños, niñas y adolescentes. El suceso ocurre cuando un adulto finge ser menor de edad para engañarlos, solicitando imágenes íntimas o concertando encuentros que pueden resultar en abuso sexual.
Usualmente, los agresores de grooming crean perfiles falsos en redes sociales o plataformas de juegos para ganarse la confianza de menores, estableciendo relaciones amistosas e incluso generando conexiones emocionales, compartiendo gustos y aficiones.
Una vez ganada la confianza de su víctima, los acosadores solicitan o presionan para obtener imágenes o videos íntimos a través de la webcam. Así comienza la manipulación o el chantaje con el fin de obtener beneficios sexuales o económicos.
De acuerdo con estadísticas del Centro Cibernético Policial de Colombia, en 2021 hubo 516 casos, representando un aumento en los delitos de este tipo. Además, otra investigación, desarrollada en la Maestría en Asesoría Familiar y Gestión de Programas para la Familia del Instituto de La Familia, reveló que el 80.9% de los jóvenes habla sobre su vida íntima o privada en las plataformas digitales y solo el 27% sabe qué es el grooming, lo cual aumenta el riesgo de que suceda.
Para evitar ser víctima de grooming, se sugiere seguir estas recomendaciones:
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No aceptar a desconocidos en redes sociales.
Utilizar contraseñas seguras en todo momento.
Evitar encuentros con personas conocidas únicamente en internet.
No compartir información personal, como datos del colegio, dirección, ni fotos de familiares o lugares frecuentados para evitar el contacto con delincuentes.
Mantener el perfil en privado y recordar que ninguna relación sana se basa en manipulaciones o chantajes. En caso de experimentar esto, informar a padres o personas de confianza.
