El botulismo es la intoxicación que se debe a la toxina de Clostridium botulinum y que afecta a los nervios periféricos; puede aparecer sin la infección si se ingiere, se inyecta o se inhala la toxina.
Los síntomas consisten en parálisis simétricas de nervios craneales asociadas con debilidad simétrica descendente y parálisis flácida sin deficiencias sensitivas.
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Recientemente, existe un brote de botulismo asociado con la ingesta de tortillas de patata precocinadas del fabricante Palacios en mal estado. Pese a que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) afirma que “no ha podido establecer una evidencia, ni en los productos ni en los procesos, que relacionan causa efecto”, esta enfermedad tiene en hilo a las industrias alimentarias.
Los alimentos con bajo contenido ácido están asociados al botulismo. Algunos de ellos son las conservas de vegetales como guindillas en aceite o espárragos. También, pescados salados, ahumados, productos cárnicos como el jamón o las salchichas.
Síntomas del botulismo
La toxina botulínica se ingiere con alimentos elaborados inapropiadamente, en los que la bacteria o sus esporas sobreviven, crecen y producen las toxinas.
Los síntomas iniciales incluyen fatiga intensa, debilidad y vértigo, seguidos generalmente por visión borrosa, sequedad de boca, dificultad para tragar y hablar. A su vez, pueden concurrir vómitos, diarrea, constipación e inflamación abdominal.
A la par, la enfermedad puede dar lugar a debilidad en el cuello y los brazos, afectar posteriormente los músculos respiratorios, los músculos de la parte inferior del cuerpo; no se presentan síntomas febriles o pérdida de consciencia.
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Los síntomas no son provocados por la bacteria, sino por la toxina que ella produce. Por lo general se manifiestan entre 12 y 36 horas después de la ingesta (con un plazo mínimo de cuatro horas y un máximo de ocho días).
Precauciones
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que el botulismo alimentario se puede prevenir mediante la cocción total de los alimentos que se vayan a consumir al instante, incluyendo la correcta refrigeración y la separación de los mismos.