La tecnología ha avanzado tanto en los últimos años que ha generado muchos aspectos positivos, pero otros que son bastante negativos y han cambiado el comportamiento humano en especial en los jóvenes.
Cuando hablamos de Vamping, se resume a un fenómeno cultural que hace referencia al uso excesivo de dispositivos electrónicos justo antes de irse a dormir, disminuyendo las horas de sueño y de descanso. Este término proviene de las palabras en inglés vampire (vampiro) y texting (envío de mensajes de texto) y está en auge sobre todo en adolescentes y niños debido a que en la actualidad utilizan teléfonos móviles a una edad cada vez más temprana.
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Efectos negativos del Vamping
Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad un poco más del 50% de la población en general no respeta el horario correspondiente de descanso nocturno y son cada vez más quienes sufren de importantes niveles de insomnio, siendo la utilización de teléfonos celulares inteligentes a altas horas de la noche la razón principal de la problemática.
Uno de los problemas del vamping reside en la luz azul de onda corta emitida por aparatos electrónicos como la tablet o el teléfono celular. Para conciliar el sueño, nuestro cuerpo segrega melatonina, que es la hormona que regula el ciclo del sueño y el cerebro comienza a producirla aproximadamente dos horas antes de irnos a dormir.
Pilar García Fernández, neuropediatra de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), en Pamplona, España explica que: “Las pantallas de estos dispositivos tienen una iluminación con una longitud de onda muy parecida a la luz natural cuando es de día. Cuando esta luz llega a la retina, engaña al cerebro y le hace pensar que todavía no llegó la noche. Si tenemos la pantalla con mucho brillo, esa sensación de luz diurna es mayor”.
Alternativas para combatirlo en adolescentes
· Dejar de usar las pantallas dos horas antes de irse a dormir para evitar el efecto de la luz azul sobre la melatonina.
· Por la noche, el teléfono celular debe estar siempre fuera del dormitorio para huir de las tentaciones.
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· La televisión también se considera vamping. “Vemos niños de 3 o 4 años de edad a los que les ponen la tele para dormir”, alerta la especialista en Neuropediatría.
· Leer y comentar cómo fue el día son actividades recomendadas para irse a la cama.