Aunque no lo creas, el cerebro se ve afectado cuando no comes bien. De hecho, aún más al ingerir solo comida de la calle. Y es que, sin duda no es solo un viejo adagio: “Eres lo que comes”.
Por si no lo sabías, es mal hábito para el cerebro comer alimentos que incrementen el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), tal es el caso de las grasas trans, saturadas.
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Aparte de ello, afectan el corazón, obstruyen las arterias, informó el portal Yahoo Canadá. Dada la acumulación de placas beta-amiloides en su cerebro, una dieta rica en LDL incide en la salud de forma negativa y la memoria de su cerebro con el tiempo.
Alimentos para el cerebro según la ciencia
Cereales integrales. La vitamina E resulta un antioxidante que cuida sus células del estrés oxidativo al que el cerebro llega a ser susceptible, altamente, y se encuentra dentro de los granos enteros.
Con un rendimiento cerebral mejorar se asocian los altos niveles de vitamina E, pese que el estrés oxidativo ayuda a la degeneración de la memoria más adelante en la vida.
Reemplazando los carbohidratos refinados, como el pan, el arroz blanco, por cereales para el desayuno, ejemplo, se consigue el bienestar en el cuerpo en general.
Entre ellos, whole-grain bread, whole-grain pasta, brown rice, buckwheat, oatmeal, quinoa; te estarás realizando un favor a corto y largo plazo al mantener una dieta enfocada en grasas monoinsaturadas y poli.
Pescados grasos. Los tesoros de ácidos grasos omega-3 son los pescados grados; resultan más que saludables. Generalmente, sobresale en la lista de alimentos sanos para el cerebro.
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“Los ácidos grasos omega-3 también juegan un papel vital en su sistema nervioso, representando la mitad de la grasa que compone su cerebro. Estas grasas ayudan a desarrollar las células cerebrales, convirtiéndolas en una parte vital del aprendizaje y la memoria”, sostiene el sitio web.
Importancia de consumir café
Tanto el Alzheimer como el Parkinson son patologías que se pueden prevenir con la ingesta de café, ya que también protege el cerebro, alegan las investigación. Frente a este escenario, se reconoce que el café no resulta vital incrementar la energía en los días de trabajo.