Reuters publicó el caso de un hombre, de 56 años de edad, que tuvo COVID-19 en 2020 y aún no se recuperaba cuando se suicidó en Dallas. El hombre perdió su salud, dinero y su memoria como secuela del virus.
“A nadie le importa. Nadie quiere tomarse el tiempo para escuchar”, escribió Taylor antes de fallecer.
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Según los expertos, las personas que tuvieron coronavirus pueden tardar en recuperarse semanas, meses y años después de contagiarse.
COVID-19 relacionado con el suicidio
“Difícilmente puedo lavar la ropa sin agotamiento total, dolor, fatiga, dolor en toda mi columna. El mundo me da vueltas, náuseas, vómitos, diarrea. Parece que digo cosas y no tengo idea de lo que digo”, le escribió Taylor a un amigo.
El COVID-19 es una enfermedad tan compleja y prolongada que puede llegar a tener 200 síntomas diferentes. Desde agotamiento hasta deterioro cognitivo.
Especialistas investigan
“No hay datos fidedignos sobre la frecuencia de los suicidios entre los pacientes. Varios científicos de organizaciones que incluyen los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y la agencia de recopilación de datos de Gran Bretaña están comenzando a estudiar un vínculo potencial luego de la evidencia de un aumento de casos de depresión y pensamientos suicidas entre personas con COVID-19 prolongado, así como un número creciente de muertes conocidas”, reseña Reuters.
Reuters entrevistó al especialista Leo Sher, psiquiatra del Sistema de Salud Mount Sinai en New York, y explicó que estaba seguro de que el COVID-19 estaba relacionado con “pensamientos suicidas, intentos de suicidio, planes suicidas y el riesgo de muerte por suicidio. Simplemente no tenemos datos epidemiológicos”.
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Estas serían las preguntas que están siendo investigadas por los científicos:
¿Aumenta potencialmente el riesgo de suicidio entre los pacientes porque el virus está cambiando la biología del cerebro?
¿La pérdida de su capacidad para funcionar como antes lleva a las personas al borde del abismo, como puede suceder con otras afecciones de salud a largo plazo?
Leo Sher explicó que algunas cosas en común entre las personas que cometen el suicidio tienen dolencias e inflamación en el cerebro causadas por el COVID-19: “Deberíamos tomar esto en serio”, agregó.
