Por más que se tengan todos los cuidados posibles es inevitable que en algún momento de la vida llegues a tener algún tipo de lesión, en especial si practicas alguna actividad deportiva. No importa la cantidad de días o los niveles de intensidad y riesgos al momento de ejercitarte, es seguro que más temprano que tarde te llegarás a lastimar.
Esto no significa que por eso vas a vivir en sedentarismo, lo importante de todo es saber como disminuir la intensidad de dolores y curar de manera correcta la determinada lesión que llegues a sufrir.
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Por ejemplo, según el médico deportivo alemán Axel Klein, éste explica al medio DPA que si se genera un esguince de piel la mejor opción es “pausa, hielo, compresión, elevar”, mientras que, si la lesión se origina igualmente en la pierna, pero en partes más dolorosas como la tibia, la recomendación es colocar un vendaje apretado, aplicar una bolsa con gel frío y fijarla con una venda ligera.
Diferencias
Es importante resaltar que ambas modalidades pueden ser beneficiosas y también contraproducentes, por eso, es importante entender en qué momento se tiene que aplicar el frío o calor. Si hablamos de un esguince o fuerte golpe, el frío es la mejor opción y si se trata de una contractura, como muchas veces sucede en la zona lumbar por un movimiento brusco o por mucho tiempo de estar sentado, el calor es capaz de aflojar la zona afectada.
Frío
Las inflamaciones se producen cuando se dañan pequeños vasos sanguíneos y el frío hace que estos vasos se contraigan y se cierren más rápidamente. También inhibe la transmisión de señales de dolor hacia el cerebro, es decir, que hace que la lesión ya no duela tanto, sin embargo, hay que tener cuidado a la hora de usar el frío y si no se tienen ciertas precauciones, se pueden producir congelamientos en la piel.
“Si uno trabaja con compresas frías o chorros de agua fría no suele haber riesgo alguno. Pero en el caso de bolsas de hielo o hielo granulado, no es aconsejable usarlas durante más de 30 minutos. Además, conviene colocar un paño de toalla sobre la piel”, indicó el especialista alemán.
Calor
“El calor ablanda los tejidos. También es útil en el caso de adherencias de tejidos o cicatrizaciones. Puede ser de ayuda en todos los casos en los que hay alteraciones en los tejidos. Por eso se usa también para aliviar dolores menstruales o en el caso de inflamaciones crónicas”, indicó el ortopedista y cirujano alemán especializado en accidentes, Thomas Gottfried.
La aplicación de calor, como por ejemplo con bolsas de semillas, bolsas de agua caliente o lámparas de luz infrarroja, puede ayudar a calmar el dolor, aunque no en el caso de lesiones agudas.
