El juicio federal por tráfico sexual contra el empresario del hip-hop Sean “Diddy” Combs comenzó este lunes en la ciudad de Nueva York con la selección del jurado, proceso que podría extenderse durante varios días. Se espera que las declaraciones de apertura por parte de los abogados y el inicio de los testimonios tengan lugar la próxima semana.
Durante la selección del jurado, varias decenas de posibles integrantes recibieron una breve explicación de los cargos de tráfico sexual y conspiración de asociación ilícita (racketeering) en contra de Combs, a cargo del juez Arun Subramanian. Este recordó a los presentes que el acusado se declaró no culpable y que, en consecuencia, se le presume inocente hasta que se demuestre lo contrario.
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Mientras el juez pronunciaba sus palabras, Combs, de 55 años, permanecía sentado junto a sus abogados. Vestía un suéter sobre una camisa blanca de cuello y pantalones grises, vestimenta que fue permitida por el tribunal en lugar de ropa de prisión. Desde su arresto en septiembre pasado, Combs ha estado recluido en una prisión federal en Brooklyn, en condiciones que han sido descritas como sombrías. Su cabello y barba de candado estaban casi completamente grises, ya que en la cárcel no se permite el uso de tintes.
A diferencia de otros juicios de alto perfil en los que han estado involucrados celebridades, este proceso no será transmitido en vivo, ya que las salas de tribunal federales no permiten grabaciones electrónicas en su interior. En su lugar, artistas que realizan ilustraciones en vivo ofrecen representaciones visuales del desarrollo del juicio para el público.
Se estima que el proceso judicial durará al menos ocho semanas. En caso de ser declarado culpable, Combs podría enfrentarse a varias décadas en prisión.
Durante la selección del jurado, algunos posibles miembros manifestaron haber visto informes de noticias que incluían una pieza clave de evidencia: un video en el que se observa a Combs golpeando y pateando a una de sus acusadoras en un pasillo de un hotel en Los Ángeles en 2016. Una de las jurados describió una imagen fija del video como “una evidencia contundente”. Dicha mujer fue posteriormente excluida del proceso.
Tras la salida de otro jurado, Combs solicitó un descanso para ir al baño, expresando al juez: “Lo siento, su señoría, estoy un poco nervioso hoy”.
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El expediente de 17 páginas en su contra, que se asemeja a una acusación dirigida contra un líder mafioso o un jefe de una banda de narcotraficantes, detalla un patrón de conducta abusiva contra mujeres y otras personas, que habría durado aproximadamente dos décadas. Según la acusación, Combs habría contado con la colaboración de miembros de su entorno y empleados de sus empresas para llevar a cabo estas acciones.
Este caso ha generado gran expectativa y atención mediática, dado el perfil del acusado y la gravedad de las acusaciones en su contra.
