En el oscuro mundo del crimen organizado, la figura de Griselda Blanco, conocida como la “Reina de la Cocaína”, dejó una marca indeleble. Su reinado de violencia y narcotráfico llegó a su fin de manera abrupta, pero las sombras que rodean su muerte esconden a un personaje aún más enigmático: el sicario detrás del asesinato.
Durante las décadas de 1970 y 1980 la oriunda de Cartagena llegó a ser una de las figuras más buscadas en el ámbito internacional, trasladando más de una tonelada de cocaína al mes entre Colombia y Estados Unidos, y siendo vinculada con al menos 250 homicidios.
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Griselda salió libre luego de pasar cuatro años en prisión en Estados Unidos debido a razones de salud. Se pensó que había abandonado el negocio de la droga, pero la muerte la alcanzó en las calles de Medellín el 3 de septiembre de 2012. Un sicario, a bordo de una motora, le disparó dos veces en la cabeza, poniendo fin a su vida a los 69 años.
El sicario era un hombre de alrededor de 30 años, y las autoridades presumieron que el crimen estaba relacionado con ajustes de cuentas pendientes del pasado, cuando Griselda aún residía en Colombia y no había expandido su negocio ilícito hacia Estados Unidos.
La muerte de Griselda Blanco no fue el único episodio trágico en su familia. Tres de sus cuatro hijos también protagonizaron violentos fallecimientos.
Dixon, su primogénito, fue asesinado después de ser liberado de prisión, al igual que su esposo Carlos Trujillo, en 1992. Uber y Osvaldo ‘Ozzy’ Trujillo también fueron víctimas de presuntos ajustes de cuentas relacionados con el negocio de la droga, mientras su madre permanecía en prisión.
La mini serie “Griselda” esta inspirada en hechos reales sigue la vida de Griselda Blanco, desde sus inicios en Medellín hasta su consolidación como «La Madrina» de la droga en Miami. Es protagonizada por Sofía Vergara, Alberto Guerra y Christian Tappan.
Sus creadores son Doug Miro, Eric Newman, Carlo Bernard e Ingrid Escajeda.
