En la actualidad, Paulina Rubio es considerada como una de las máximas exponentes del pop, a nivel internacional, aunque algo que pocos saben es que durante su juventud quiso incursionar en la actuación.
A continuación, te compartimos cómo fue esa etapa de su carrera y por que lo dejó.
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Paulina Rubio y su faceta como actriz
En la década de los años 80, cuando todavía se encontraba formando parte de Timbiriche, la “Chica Dorada” quiso seguir los pasos de su mamá, la fallecida Susana Dosamantes, e incursionó en la actuación.
El primer proyecto que hizo fue “Pasión y Poder”, en el que compartió créditos con Diana Bracho, Enrique Rocha y Carlos Bracho.
Aunque el personaje de Paulina era secundario, el público la reconocía gracias a su carrera musical.
Rubio también fue parte de la telenovela juvenil “Baila Conmigo”, de 1992, en la que dio vida a “Andrea de la Reguera”.
En esta producción, la artista hizo su primer antagónico, el cual obtuvo varios comentarios positivos.
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Su primer protagónico
Luego de que había logrado impulsar su faceta como actriz, llegó su primera oportunidad estelar, pues protagonizó la telenovela “Bésame en la boca”, en 1995.
A pesar del recibimiento del público, Paulina regresó a las villanas, ese mismo año, en “Pobre niña rica”, siendo su último proyecto.
Decidió dejar la actuación para enfocarse de lleno a la música y consiguió consolidarse como una de las cantantes favoritas del público.
Además de que actuar no era algo que le apasionara realmente, pues lo hacía como parte de sus compromisos y por qué los fans lo pedían, ya que era una de las estrellas juveniles de aquel momento.
Aunque cabe mencionar que a lo largo de los años ha hecho participaciones especiales en melodramas como “Atrévete a soñar”, “Jane The Virgin” y “La Suerte de Loli”.