¡Llena de vida! Así se describe Karen Cintrón al día siguiente de celebrar su cumpleaños 46, comparando su estado de ánimo y de salud con los de un año atrás.
Entonces, estaba atravesando un camino intenso, pedregoso y empinado que comenzó unos meses antes, cuando su médico le diagnosticó cáncer de seno agresivo. “El año pasado, en mi cumpleaños, estaba tirada en la cama. Hoy me siento tranquila y llena de vida. Realmente, ese siempre ha sido mi norte, mantener una línea positiva”, expresa la periodista, quien se desempeñó como reportera del extinto noticiario Las Noticias de Univisión Puerto Rico. Desde hace una década, Karen reside en Miami y hasta hace pocos meses laboró en Univisión 23.
PUBLICIDAD
Ese ánimo sorprendente se percibe a través de su voz, a pesar de que hay heridas físicas que aún persisten. En un periodo de poco más de un año, Karen se sometió a una mastectomía doble y a tres intervenciones quirúrgicas de reconstrucción. De la última, aún está en recuperación. En noviembre volverá a sala de operaciones para una histerectomía recomendada por su especialista para prevenir el desarrollo de otras malignidades. A partir de ahí, estará en tratamiento hormonal durante cinco años.
“Una no se da cuenta de cuán fuerte es hasta que pasan estas experiencias tan duras”, comenta Karen. Como todo suceso significativo, no olvida que el 26 de abril de 2021 le removieron los dos senos. Hacer una doble mastectomía fue la opción que prefirió, aunque el cáncer fue detectado en el seno izquierdo. Esta enfermedad ya la había tocado muy cerca, pues su madre, fallecida hace 18 años, tuvo cáncer de seno y en los huesos. No quiso arriesgarse a un diagnóstico futuro en el otro seno.
“La mamografía es lo más importante. Es la mejor forma de detección temprana”, enfatiza, y añade: “no hagan como yo”. No lo dice porque no se cuidara, sino porque las circunstancias la hicieron postergar su examen de rutina anual. En 2019, los resultados habían recomendado un estudio adicional porque sus senos eran muy densos. Pero no regresó. Al año siguiente, cuando tocaba la mamografía anual, llegó la pandemia y todo quedó en suspenso hasta el año siguiente, cuando recibió la mala noticia.
“Yo sentía que estaba paralizada, pero el mundo corría a las millas. Dios me ayudó, la verdad”, afirma. Y Dios, en el que cree, se manifestó a través de su familia inmediata. Su esposo, el productor William Meléndez, fue su mayor sostén. “Willie lo hacía todo. Me bañaba, me hacía comida. Hay quien tiene miedo de cómo reaccionará su pareja al verle cambiar físicamente, pero yo no porque sé la clase de ser humano que es”, expresa agradecida.
No niega que en este proceso ha habido muchas lágrimas y que su temor más fuerte era dejar a su esposo y al hijo de ambos, Gabriel, de 17 años. Verlo recibir su sortija, acompañarlo en su graduación y seguir disfrutándolo ha sido su mayor inspiración en un proceso que define como de “lucha, lucha, lucha”. También le fue difícil compartir su situación con su papá, quien es paciente de alzhéimer y no quería afectarlo.
PUBLICIDAD
“Me elegí a mí primero”
Actualmente, Karen está dedicada a su autocuidado. Ese es su plan más importante. “Ahora estoy entendiendo un poco mejor en dónde estoy. Me elegí esta vez a mí primero. Tuve que dejar la carrera atrás y nada más que concentrarme en esto”, dice.
Es una pausa que le ha permitido cambiar el ritmo y la perspectiva. Asegura que ha dejado de exigirse tanto para aceptarse más. Toma su tiempo para meditar, para disfrutar el presente con su familia y amigos, para improvisar paseos y respirar más. Le ilusiona tener nuevos proyectos, colaborar con organizaciones de concienciación contra el cáncer de mama y emprender y retomar su rutina de ejercicios. Pero, un paso a la vez, afirma.
A quienes enfrentan situaciones similares, Karen les ofrece los mismos consejos que se ha aplicado: tener una actitud positiva, rodearse de gente amada y hacer el bien a los demás. Eso, en resumen, es vivir en gratitud.