El dia de Maury se va a complicar luego de estar pasando por un mal momento y sea secuestrado por un hombre mudo, que lo obliga a participar de un macabro juego, en el cual tiene que adivinar canciones interpretadas por su secuestrador en la modalidad de karaoke, con consecuencias sangrientas si no responde correctamente.
Con esta premisa el cine puertorriqueño añade a su historia cinematográfica una propuesta que explora el terror con pinceladas de humor negro. El filme que estrena hoy en las salas de cine local cuenta con las actuaciones de Ángel Figueroa, Edwin Emil Moro, Mariana Quiles y Jorge Antares.
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La cinta escrita y dirigida por el cineasta Eduardo “Transfor” Ortiz (Los Domirriqueños, Sanky Panky 3), quien ha labrado su nombre como director de comedias, aunque ha explorado el drama y la biografía fílmica con cintas como Marcelo (2019), El Hijo Perdido (2019) y Vico-C (2017), se estrena en un género de fanaticada exigente y lo hace con buenas calificaciones.
En El Karaoke, el matrimonio de Maury (Figueroa) y Andrea (Quiles) se tambalea, mientras este recibe el apoyo de su mejor amigo y compañero de trabajo Ricardo (Emil), antes de que este introvertido y perturbado mudo que administra un negocio en el casco del pueblo, lo secuestre sin motivo aparente alguno. Pero sus motivaciones irán develándose canción a canción, junto a importantes secretos que se revelarán con la ya acostumbrada técnica de virajes sorpresas, generando buenas dosis de tensión y terror.
La historia cuenta con algunos convencionalismos del género y algunas selecciones de tiros de cámara que sirven como referencia a películas como Halloween, Friday The 13th y Psycho, pero más que copiadas se sienten inspiradas en estos memorables filmes. El Karaoke fue filmada durante el comienzo de la pandemia de COVID-19, con recurso humano y técnico limitado, lo cual le provee a la propuesta un tono íntimo y experimental que aporta efectivamente a la historia.
Algunos problemas de edición y de sobreactuación amenazan con descarrilar el primer acto, pero el buen manejo de la historia, la cinematografía y hasta la selección de temas musicales empujan a que la experiencia en términos generales sea satisfactoria y sin duda, provoque la conversación entre la audiencia. Y es precisamente la música, uno de los atractivos principales de la cinta al integrar temas musicales que tuvieron mucho éxito durante las décadas de los 70 y 80 y muchos de los espectadores no vacilarán en cantar a viva voz algunos de estos temas, aportando a que este ejercicio fílmico registre como algo bien diferente a lo que hemos visto en el cine del patio y proveyendo de una energía refrescante que bajará los niveles de tensión de la historia.
La cinta, que tiene el potencial de convertirse en una franquicia como una versión local de Saw o Scream, logra efectivamente aumentar la tensión durante su hora y 15 minutos de duración y cuenta con el debut de un actor en uno de los personajes principales que no voy a mencionar para evitar arruinar una de las gratas sorpresas de la cinta, para aquellos que conocen la trayectoria de Ortiz, quien también escribe el guión, y que en origen fue concebido como un cortometraje. En resumen, El Karaoke es un entretenido experimento de terror que funciona, y lugar a dudas, será recordada como una de las cintas más originales dentro de la filmografía local.
Tráiler de El Karaoke