PARÍS (AP) — Vanessa Peltier despertó al amanecer y viajó los 500 kilómetros hasta París desde Creuse, un departamento central de Francia, para ver el martes el entrenamiento de Rafael Nadal.
Junto a miles de aficionados, se paró afuera de la cancha principal para echarle un vistazo del campeón español, quien parece encaminado a disputar por última ocasión el Abierto de Francia, un torneo que ha ganado un récord de 14 veces.
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“Me desperté a las 6 de la mañana y manejé desde el centro de Francia para estar aquí”, dijo Peltier, de 50 años. “Nadal siempre ha tenido mi apoyo y el apoyo de Francia”.
La fila se extendió casi 200 metros para observar a Nadal en su segundo día de prácticas en Roland Garros. Morgan Chevallier dijo que había esperado 45 minutos para ingresar al estadio.
“No podía dejar que pasara esta oportunidad. Él es casi más grande que el propio torneo”, indicó.
Nadal, de 37 años, estuvo fuera casi todo el año pasado y parte de esta temporada por lesiones. Su derrota hace dos semanas en el Abierto de Italia llevó a cuestionarse su estado físico y no ha aclarado si está listo para el torneo en arcilla.
Los aficionados saben que esta podría ser su última oportunidad de verlo en Roland Garros.
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“No fui a trabajar por Nadal”, reconoció Sergiu Popa, de 26 años.
Nadal inició sus entrenamientos con intercambios de poca intensidad antes de disputar dos sets ante su pareja de entrenamiento del día, el estadounidense Sebastian Korda. La afición ovacionó y gritó: “Rafa, Rafa” después de que el español realizó un tiro ganador.
Fuera de la cancha, los aficionados se tomaron fotos con una estatua del tenista que se encuentra frente a la reja de entrada e hicieron fila para posar con una foto de tamaño real del cuerpo de Nadal, con un hueco para poner sus propias cabezas.
“De esta forma puedo imaginarme cómo se siente tener sus bíceps”, bromeó Philippe Charvet después de su amigo tomó la foto.
La tienda de regalos de Roland Garros tiene una sección dedicada completamente a Nadal. Fréderic Caubert y su hijo Gaspar se apresuraron para comprar una gorra con la firma de Nadal por 28 euros (30 dólares).
“No está barato, pero es un lindo recuerdo antes de que Nadal nos deje”, aseguró Caubert.
“Es como parte de la familia. Cuando se vaya, las cenas familiares no serán lo mismo”,añadió con una sonrisa.
El torneo inicia el domingo.