Un gol de Mohamed Salah a los 84 minutos rescató para Liverpool el empate 2-2 en la visita al Manchester United, resultado que dejó a Arsenal en la cima de la Liga Premier por tener una mejor diferencia de goles.
Liverpool parecía encaminado a sufrir su primera derrota en la liga inglesa desde febrero, luego que los golazos de Bruno Fernandes y Kobbie Mainoo adelantaron al United en Old Trafford. El atacante Luis Díaz puso en ventaja a un dominante Liverpool en la primera mitad, pero el equipo de Jurgen Klopp salvó los muebles a 10 minutos del final cuando Aaron Wan-Bissaka derribó al suplente Harvey Elliott en el área.
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Con abucheos retumbando en todo el estadio, Salah definió con aplomo, haciendo que el arquero rival Andre Onana se arrojara al otro lado. Arsenal y Liverpool suman 71 puntos, con el campeonato reinante Manchester City una unidad detrás en la tercera plaza.
Durante un largo pasaje del clásico de Noreste de Inglaterra, el club de Merseyside parecía enfilado a quedar como único líder, gracias un gran despliegue en un primer tiempo en el que remató 15 veces a puerta contra ninguno del local.
Lo único asombroso fue que Liverpool fue incapaz de sacar provecho de un desigual trámite y se fue al descanso con una exigua ventaja de un gol.
Ese tanto cayó tras un tiro de esquina a los 23 minutos que dejó en evidencia una floja defensa del United. El uruguayo Darwin Núñez peinó el balón hacia un Díaz libre de marca en el segundo poste, y el colombiano definió de volea.
Tras resistir el bombardeo de Liverpool, los anfitriones igualaron a los 50 con un notable zapatazo de Fernandes al aprovechar el regalo de Jarell Quansah. El zaguero de Liverpool dominó el balón desde su mitad de cancha y quiso cederlo en corto hacia atrás Pero Fernandes interceptó la pelota y definió de primera desde casi el círculo central, pillando adelantado al arquero Caoimhin Kelleher.
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El United se puso al frente a los 67 con un remate de Mainoo igual de soberbio. Tras dominar el balón en una poblada área, el volante encontró el espacio suficiente para pegarle de derecha, clavándolo al ángulo superior.
Liverpool rescató el punto cuando Wan-Bissaka le cometió una falta a Elliott. El árbitro Anthony Taylor apuntó al manchón de penal y Salah se encargó del resto.
