El 30 de agosto de 2020, Roman Reigns se convirtió en el campeón universal de WWE, luego de vencer en el evento Payback a Bray Wyatt y Braun Strowman.
Desde entonces, el esteta de origen samoano se ha convertido en el amo y señor de la empresa estadounidense, ya que suma más de 700 días con el título en su cintura.
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Distintos luchadores han intentado derrocarlo, pero el poder físico de Reigns lo ha llevado a ser el rey por mucho tiempo.
Roman Reigns es el rey de WWE
Sin embargo, no todo en la carrera del esteta siempre fue miel sobre hojuelas, ya que en 2007, cuando era jugador de fútbol americano, le fue diagnosticada leucemia.
Pero Roman se lo tomó como un reto personal, por lo que tuvo un año de tratamiento, en el que salió adelante gracias a su perseverancia y ayuda de los médicos.
Cuando su momento en los encordados estaba en su auge, en 2018, el cáncer volvió y tuvo que apartarse de la lucha libre.
Pero nuevamente, un año después, el de origen samoano salió adelante de su tratamiento y comenzó un camino que lo tiene en la cima en estos momentos.
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Sus primeras apariciones en el cuadrilátero dejaron claro que la lucha contra la leucemia había sido compleja, pero se metió al gimnasio y luchó por salir adelante.
Así ha sido el impresionante cambio físico del samoano, tras la leucemia
A casi cuatro años del diagnóstico, Reigns luce espectacular; de hecho, muchos expertos de la lucha libre consideran que está en su mejor momento.
El gimnasio ha sido su refugio, en donde encontró la solución a sus problemas físicos, pero también ha tenido que trabajar lo mental.
Roman no ha olvidado a la leucemia, pues en sus redes sociales suele compartir información importante, que es de mucha ayuda para miles de sus aficionados.
El éxito de Reigns no ha sido sólo en los encordados, pues esa lucha tuvo que trasladarse al hospital, en donde es el campeón indiscutido, por ponerle fin a su enfermedad y ser un ejemplo para quienes la padecen.