SEATTLE (AP) — Un partido de pretemporada de la NBA puede no parecer un momento crucial, incluso en una ciudad hambrienta de básquetbol como Seattle, pero Jamal Crawford cree que incluso una exhibición tiene su valor.
“Reaviva a toda una nueva generación de niños que necesitan ver esto”, dijo Crawford, un oriundo de Seattle que ha sido embajador de este deporte para la ciudad a lo largo de una carrera de 20 años en la NBA y ahora con una liga semiprofesional que recibe a jugadores de la NBA cada verano. “Necesitan poder soñar y saber que es real”.
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La NBA regresará brevemente a la Ciudad Esmeralda el lunes por la noche, cuando los Clippers de Los Ángeles se enfrenten a los Trail Blazers de Portland. Será el primer partido de la NBA en Seattle desde 2018, cuando los Warriors de Golden State y los Kings de Sacramento se midieron en un duelo de pretemporada que resultó ser el último evento deportivo en la KeyArena antes de que fuera demolida y reconstruida como la reluciente Climate Pledge Arena.
Una lleno total se registró en ese juego de la NBA, el primero en Seattle desde que sus adorados SuperSonics partieron a Oklahoma City en 2008 después de 41 años en el noroeste del Pacífico.
“Los Sonics no han sido un equipo desde que estoy en la NBA, así que jugar en Seattle es genial”, dijo la estrella de los Blazers, Damian Lillard.
Algún día, pronto probablemente, las expectativas son que Seattle recupere su lugar como ciudad de la NBA.
La especulación es continua sobre cuándo la NBA decidirá expandirse. Gracias a la resolución de la situación de su arena, es probable que Seattle esté a la vanguardia de esas conversaciones de expansión, con Las Vegas probablemente justo detrás.
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Pero el comisionado de la NBA, Adam Silver, no se ha comprometido sobre una posible línea de tiempo de expansión, y luce probable que esas conversaciones no se aceleren hasta que la liga se ocupe del nuevo acuerdo de negociación colectiva y los acuerdos de televisión que le esperan en un horizonte cercano.
El compromiso de la comunidad nunca ha estado en duda. El apetito de los aficionados de Seattle no ha disminuido en los años desde que los Sonics se fueron y la región se convirtió en un semillero para el talento de la NBA, ya sea que Crawford continuara llevando el estandarte de la ciudad, a Zach Lavine de Renton, Washington, a Paolo Banchero, otro nativo de Seattle y quien fue elegido como la primera selección general del draft de este año.
Como si se necesitara algún refuerzo, el verano brindó un ejemplo perfecto cuando los aficionados acamparon durante toda la noche afuera de la sede de la liga de verano de Crawford para tener la oportunidad de entrar y ver a LeBron James pisar por primera vez una cancha en la ciudad en más de una década.
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Las periodistas de The Associated Press Beth Harris y Anne M. Peterson contribuyeron a este despacho.